sábado, 6 de octubre de 2012

Perú: la poética de Allain; México: Los malditos de Ulises Paniagua

En este número de La Isla, traemos a ustedes algunos poemas de la obra de Raúl Allain, una joven y prometedora voz de la Poesía peruana. Una voz sólida, indagante, directa, que nos obliga a ahondar en la superficie y en el interior de las formas.
    Por otra parte, publicamos algunos fragementos del poema Nocturno imperio de los malditos, extraídos desde la voz poética mexicana de Ulises Paniagua, de quien hemos tenido oportunidad de conocer un poco de su obra en esta sección. Se trata de un poema contracultural y rebelde, que intenta redimir la inmensidad del vacío.
    Esperamos disfruten de ambas obras:

La poética de Raúl Allain


 


 

“Fenomenalidades en decadencia”

Vientos lunares, contraponen el plano terráqueo                                                                   
e influyentes desnaturalizadas                                                                                                   
mutan exacerbadas ante realidades centrífugas                                                                              
que contaminan el aire polutivo en ascendencia.

Entonces, fenómenos en desproporción                                                                               
circundantes al ambiente pútrido,                                                                                          
establecen la magnanimidad del caos                                                                                          
sobre indiferencias humanitarias. 

[De: Catástasis 2011 (Ediciones OREM, Trujillo, 2011)]




“Etcétera nacional”

Difuminadas, las barajas de opciones
en la mediocridad de sus palos
desde oraciones mutiladas.

Tácito, redundante
denotan verdades discernidas
a conveniencia pérfida
para alimentar los andrajos isogenéticos   
que conforman nuestra educación.

Superficial irritante
postulas la decadencia mental inundante
que criminal, rehúyes
pues ante una cita fatal
surcas descomunalmente, los pretextos.

Absurda generalización
demanda sempiternos debates
que precisarían conceptos a plantear.

Soberano del ser engorroso
lúbrico del memorizar frustrante,
privador del lucubrar
en la consagrada institución
adueñada por humanoides.

El tiempo discrepará tu repulsión
y al percatarte, te derrumbarás
como edificio sin bases,
como deudo del fallecido
social y educativo.

[De: Veinte poetas: Muestra de poesía contemporánea (I. F-D. Editor. Lima, 2010)]



 

“Ilusoria epidemia”

El foco infeccioso se extiende
e implosiona la alerta espectral
que alardea esputando
                             sangre virulenta
pues recrudece

Tras oscilaciones contaminantes
se persigue el cadáver endémico
envolviéndose entre las cortinas de humo
que nos recubren desde el nivel del mar
sobre las olas del viento
seduciendo ideologías contemporáneas
a siniestra.

Excelso morboso
muta enfundado en el todo intrínseco
de la matriz humanitaria,

y muere por alguna inspiración.
Aunque fenezca, transmutará
en obscenas formas atribulantes.

El aire de nuestras voces
lo comunica, regente y obsesionado
por estas redes menospreciadas, intoxicadas
que con humo negro, son devoradas
su grandilocuencia es espléndida.

Ambiciona organismo
diestro para sostener
situaciones corruptas
actuando profuso, endemoniado
y al tiempo infectado,
antihumano, miserable, vencido tiembla
dejando en claro su tenue mentalidad.

[De: Lima: Visiones desde el dibujo y la poesía (Iván Fernández-Dávila. Editor. Lima, 2010)]


 

“Esferas azules”

Se revuelcan brumosas
y tangentes abarcables
en la condensación de su camino gaseoso,
que emerge de nuestras venas obstruidas.

Todo se confunde,
el vapor desfigura las ideas
atan cabos en sus taras
y el caos cunde.

Mi camino es un vano silogismo
que, acerino por su rubor
coligió en flores azules.

La amistad es una circunferencia,
la alegría cromógena de esta se maquilla
pero su amor a diferencia,
sólo está en una manecilla.

Deseos imposibles
se hurtan de la razón,
y se esconden pastosos
ante repentina desazón.

Esa luz sonrosada
que emana mi ternura halada
sería camino aurífero para tu aflato,
que de este modo nos arrastraría
hacia la perpetua bicromía.

El horizonte celeste precipita,
el borde del cristal
cruje como gota de sudor en su hoguera,
calmando mi sed;
su copa aún es caliciforme,
pero sus vellos hirsutos
ya no son sagrados.

Los cerebros se arrebozan
en orines y polvos fantásticos,
que con un gemido de púberes estrellas
extingue las ráfagas-ideas
y sus futuros epitafios.

Condena: Nunca morirán.

[De: Poesía y Narrativa Hispanoamericana Actual (Vision Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010)]



 
“Sexo cerodimencional”

Sólo nos masturbamos dentro de una mujer.
Ascendemos por sus escalones ígneos
De configuraciones flameantes
Para expulsar en la cúpula
Nuestros impulsos degradantes,
Perennizar chillidos,
Cuales ratas
en los acueductos del amor.

Nos embarramos en sus mareas infectas
Disfrutamos nuestra libertad
Cebándonos en la mujer, la carroña
Que cazamos en la no atmósfera, en la cumbre
Cerca de, y a su izquierda
En su tercer bastón, mandamiento
Sexo, reproducción.

Cubismo de la vida,
Voces magnéticas atraídas por el calcio
Que se degrada con los lácteos nacionales,

encuéntrame en la calle de la locura
Entiérrame en las estrellas,
Rásgame el sexo, mútame con síndromes
Hazme entender que sólo busco
El placer pasajero,
Porque quiero ser el bastión de nuevas formas
Porque quiero encontrarla en representaciones diversas,
Donde las figuras se mezclan para ser nada
Para ser recuerdo en la constelación de puntos
De carne.

Sólo así nos encontraremos
Con el sexo cerodimensional, para reproducirnos
Después del suicidio natural,
Y nuestros cerebros ya no serán porfiados sexuales,
Criminales; nuestros genitales serán uno solo,
Se exterminarán los hombres y las mujeres,
Existiremos como recuerdos múltiples
En las oraciones de cada ser humano
Que se masturbarán en nuestras tumbas
Y beberán de tu clítoris, cual cáliz celestial.

[De: Suicidas Sub 21: versión final (Editorial Mondo Kronhela Literatura, 2010 / Revista Almiar, 2010)]


 

“Reviviendo a los adjetivos poéticos”
por: Raúl Allain
Perú

Sublimar un texto, ya sea poético o no, con estética y significaciones ingeniosas, es menester de todos los que abordamos al oficio de escribir. En uno de los caminos, podríamos recurrir al uso de los olvidados adjetivos poéticos y a una versión remozada de éstos. En su mayoría, los podemos identificar por sus terminaciones más comunes: -reo(a) de pertenecer, -vago(a) de vagar —errantismo, imprecisión—, -fero(a) de llevar, -fugo(a) de huir, -fluo(a) de fluir, destilar y -voro(a)de comer; para ejemplificar citaremos el término “lucífero” que significa “resplandeciente”. Muy aparte de poseer una musicalidad muy agradable y un marcado concepto poético, tanto la terminación correspondiente como las demás se prestan para poner a prueba nuestra imaginación y constituir nuevos términos que enriquezcan el panorama de los textos y rescaten del abismo del desuso a los adjetivos poéticos. Y así como alguna vez la locución “límpido” fue un artificio esgrimido por algún innovador, podemos diseñar nuestras propias palabras. Al hacer esto, estaríamos cumpliendo una de las funciones requeridas por muchos escritores: crear palabras cuando las que se tienen al alcance no sirven para trasmitir lo que se siente. Ellos vislumbran en estas construcciones, un camino aun más fructífero tanto para la poesía como para todas las expresiones literarias.
De esta manera, rememorando y basándonos en los adjetivos poéticos, cuasi arcaísmos, podemos esbozar adjetivos como “gelífero”, que se podría conceptualizar de diversos modos, pero esto se lo dejo a la destreza del lector. Sin embargo, podríamos ensayar un ejemplo poético: “El personaje exhalaba un hálito que llevaba frío al extremo”, pero aplicando el neologismo podría decirse: “El personaje exhalaba un hálito gelífero”.
Cabe resaltar que los recursos neológicos son los que nos permiten accionar de manera lúdica para crear estas palabras, denominadas neologismos. Guiándonos de estos recursos, propios de nuestra lengua, construiremos consciente y correctamente los términos que integraremos a lo establecido, dinamizando nuestra lengua y recuperando parte de ésta: los términos poéticos, más específicamente los adjetivos.



Raúl Allain (Lima, 1989)
Estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fundador del Grupo Suicidas y editor de la trilogía: Suicidas Sub 21 (Editorial electrónica Remolinos, 2009 / Portal de Humanidades Liceus, 2008), Suicidas Sub 21: versión 2.0 (Feria virtual. I Feria Internacional del Libro Arequipa, 2009) y Suicidas Sub 21: versión final (Editorial Mondo Kronhela Literatura, 2010 / Revista Almiar, 2010 / Portal de Humanidades Liceus, 2010). Ha sido incluido en antologías como Catástasis 2011 (Ediciones OREM, Trujillo, 2011),  Pinceladas poéticas (Sociedad Peruana de Poetas, Lima, 2011), Veinte poetas: Muestra de poesía contemporánea (I.F-D. Editor. Lima, 2010), Lima: Visiones desde el dibujo y la poesía (Iván Fernández-Dávila. Editor. Lima, 2010), Poesía y Narrativa Hispanoamericana Actual (Vision Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver (Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras. Otros de sus textos, ya sean poemas, cuentos, artículos o ensayos, aparecen en diversos medios literarios nacionales e internacionales, como El Picudo Blanco (España), Amores bizarros (Perú), Proyecto Esquife (Cuba), Herederos del Caos (Estados Unidos), Papeles para el progreso (España), Remolinos (Perú), Letralia (Venezuela), Palabras diversas (España), Almiar -Margencero- (España), Literatura en breve (Perú), Ariadna Rc (España), Diario Risco (México), Incomunidade (Portugal), Literatura virtual (México), Casa del Poeta Peruano (Perú), Crónica literaria (Argentina), Ágora (España), Cinosargo (Chile), Isla Negra (Italia), etcétera. Actualmente, es Presidente del Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y codirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas (Raúl Allaín. Editor. Lima, 2010), Suicidas Sub 21 (Raúl Allain / Iván Fernández-Dávila. Editores. Lima, 2010), La cientificidad del consciente (Editorial Emooby, 2011), Convergencias: Muestra de poesía contemporánea (Editorial Río Negro. Lima, 2011) y Poiesis Hispanoamericana: Selección de poesía contemporánea (Editorial Río Negro, 2012).
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NOCTURNO IMPERIO DE LOS MALDITOS

por: Ulises Paniagua

Nocturno imperio de los malditos es un poemario donde se nombra lo marginal, lo prohibido. Surge como un grito demandante ante la espantosa maquinaria de la vida diaria y común, ante la comoidad burguesa y la conformidad burócrata y oficinista. En oposición, los artistas, los librepensadores, los pobres, los trotamundos y los filósofos -que no presentan valor utilitario- serán los encargados de vengar su propia existencia por el simple hecho de existir. Nombrar a los marginados, a los olvidados, es concederles la libertad.
     Aquí proponemos algunos pasajes de la propuesta poética de Ulises Paniagua.


Nocturno imperio de los malditos
(Fragmentos)

I

Entre leña verde de piras quevedianas;
entre laberintos incendiarios
de acentos y rabia;
vistiendo interminables
san benitos de vergüenza;
sofocados por el peso
de un Golem globalizado
tan inútil como todo;
ellos,
los sin ruta,
ellos,
los sin nombre,
los sin casa,
los que no duermen
los que no mienten
los que no callan
los que digo;
ellos,
pacientes y azarosos,
agazapados y pacientes,
                                    esperan.
  
II

Escurrían lágrimas desde sus sucios corazones;
pero la palabra no nacía.

Atados y amordazados, castrados, locos; los poetas   
eran/son   
perros mugrosos y hambrientos.
Malditos por no lograr parir palabras.
Dos mil veces malditos.

Su condena:
reptarán por los muros arañando sueños;
aguardarán como refrigerador  de casa vacía;
lamerán la sangre propia;
hilvanarán angustia en noches de desvelo

Como perros rabiosos, puercos, malvenidos,
los poetas largos y mudos,
escucharán la tierra derrumbarse alrededor de ellos.
Sólo entonces llorarán su cobardía.


VII


Deambulan las calles atestadas de muertes interminables;
cruzan los ventanales huérfanos,  los muros cicatrizados;
un oscuro asilo de ratas que rubrica, impúdico, una esquina.
Sobre una acera en sombras sus pasos se desvanecen,
sus cabellos medusan recortando la noche,
fornicándola por su filo;
y a cada ósculo impuro
de las suelas gastadas de sus zapatos,
los labios de hormigón se humedecen,
anhelantes de caricia de letras,
de esdrújulas y graves nominaciones.
         Arcángeles cocainómanos vigilan las azoteas
y sus rancias jaulas que amparan tendederos rebeldes.
La vida se agita, desesperada, como las sábanas raídas
que blasonan un horizonte eterno de cornisas
y ciegas catedrales.
         La luna calla;
se desparrama sobre una poeta de labios carnosos
-que asomando palidez a través de un ventanal -
musita versos donde querubines estáticos
comprueban su existencia
soplando saxofones
de notas tristes
y lánguidas trompetas
de advenimiento.
La carne de los noctámbulos se vuelve piel de luna;
también sus corazones apretados
en discretos camiones de medianoche;
también su llanto improvisado.
Y cual ligera llovizna,
apenas un roce en sordina,
el fresco de la madrugada invade -como el dolor profundo
de las roncas notas de un Miles Davis en extravío;
como la esperanza desencantada del Réquiem
de un Mozart apesadumbrado por las visitaciones-
las páginas desnudas que dibujan síncopas repetitivas;
codas melancólicas, profundas, púrpuras oscuras,
que llenan la luna de las uñas,
las carnes, las pupilas, las largas sombras;
los lápices para bocas moradas por el frío,
las medias rotas, los neglillés de batallas lejanas;
los cigarrillos sin filtro, las gabardinas desgarradas,
los tragos de cerveza,
los pasos
y pasos, y pasos eternos
de las mujeres y hombres
que erigen su silencio
entre las calles electrizadas
de una Babel
sin nombre.


IX

Hemos nacido malditos mudos errantes vagabundos
desde las más fétidas placentas
que descansan bajo
cómodas casas
los almacenes los amplios edificios
las pulcras y putas oficinas;
desde los ovarios doloridos y dolientes de una mazmorra
encubierta con la falsa libertad
que nos migajean las sociales redes
y los buenos magníficos largos inevitables
manuales del buen ciudadano.

Hemos nacido satánicos y satanizados.

Hemos purgado la milenaria condena que con san benitos probos
nos heredaron durante siglos de sumisión y buen concierto
los controles del mundo.

Hemos nacido ciegos ácidos confusos vomitivos
sobre las calles solitarias que se inflan con la profunda respiración
de nuestras últimas notas de largo aliento que
descarga nuestro miocardio;
entre los colegios de paga donde pusimos
como antropófagos antropólogos preservadores del sacrilegio
tantos y entendidos nombres bajo la lupa de la contestación:
los Yahvés y los Santos Tomases y los Smiths y
los escritores del best seller del día
 y los cineastas del lenguaje sencillo tan lejano y traicionando
a los Wells y los Langs
y los Eiseinsteins y Fellinis
de profundas largas simpáticas tristes contemplativas tomas
que formaron pensamiento.

Hemos puesto nuestras deidades de espaldas y las hemos apedreado
bajo paletadas de cuestionamientos indagaciones búsquedas cartesianas;
las hemos detenido bajo el microscopio para analizarlas
desmenuzarlas someterlas combatirlas;
y ha sido nuestra herencia una lluvia de balas,
una explosión implosiva de nuestro clandestino cimiento.

Hemos nacido inmorales drogadictos forajidos inseguros
extraños hetero y homo sexuales débiles tímidos  rebeldes
aprehensivos creadores infanáticos
poseedores de la marca de los homicidas y los incendiarios.

Y por ello nos han perseguido.
nos han exterminado
nos han perforado
nos han defecado
con sus hondas de la divina arca,
con la holgura de sus planes de económico desarrollo,
con su extenso dominio de la bayoneta y el misil.

Y sólo nos han dejado el verbo con el cual hollamos sus balas.
Y  sólo nos legaron los sustantivos de otros que renombran a cada década
la confusión del mundo.
Y sólo nos dejaron el pincel, la guitarra, la imagen, la armonía la gubia
el microtonalismo y la perfección imperecedera del rostro y del cuerpo.
Y sólo nos dejaron la ética, lo estético y la razón.
Y sólo nos autorizaron la belleza sin por qués, la belleza justa
pura inalcanzable innúmera innombrable, la belleza según Whistler.
Y la fealdad hermosa que tampoco admite falsos discursos.
Y la extraña fascinación por la muerte.
Y sólo nos dejaron eso.
Eso que es el mundo, la esencia de mundo,
la probabilidad de mundo, tanto requiere.

Y sólo se quedaron con sus maquillados estereotipados toscos
mentirosos andrajos de humanidad.
Con sus fétidos billetes y sus cuerpos de plástico
forrados con cerebros artificiales donde no se aloja
la vital neurona.
Sólo con eso se quedaron.

Y desde las oscuras y sangrantes marcas de nuestros inmisericordes
grilletes sólo des dejamos eso:
sus mentirosos andrajos.
Sus falsos y perfumados y brillantes y estilizados andrajos.
Y con ellos se han nombrado humanos.

 
Ulises Paniagua Olivares (México D.F. 1976)

Narrador, poeta, videasta y dramaturgo. Se  graduó como arquitecto en el Instituto Politécnico Nacional. Ha publicado, en colectivo, cuatro libros de cuento (Cuentos dispersos, Nuevo cuentario, El silencio se mudó al armario y Cuentos húmedos), bajo el sello editorial de la UNAM. A título personal ha publicado dos poemarios: Del amor y otras miserias (Editorial Fridaura, 2009), y Guardián de las Horas (Eterno femenino ediciones, 2012); y los libros de cuentos Patibulario, cuentos al final del túnel, (Editorial Mutibilda, 2011), y Nadie duerme esta noche (Fridaura,2012). Su obra ha sido divulgada en diversas revistas y diarios nacionales e internacionales. En el 2007 recibió una mención honorífica en el Concurso Nacional de Cuento Criaturas de la Noche, del Instituto Coahuilense de Cultura, donde fue publicado en la antología de terror Ese hondo suspiro entre las sombras. En el 2008, fue incluido en la antología de Poesía Latinoamericana Giulia Gonzaga (Italia). Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés y al italiano. En el 2011, con su colaboración literaria en las coreografías de grupo Kanga, en Barcelona, obtuvo el primer lugar en el concurso nacional “Tú si que vales”. Correo electrónico:  sesilu7@yahoo.com.mx
















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